Pitty's, un impensado regreso
En el marco de la apertura de la fecha número 12 de la Liga de Punilla, el pasado sábado 19 de julio se enfrentaron en cancha de Sportivo Rivadavia, Los Pitty's FC ante Juniors de Valle Hermoso. Luego de haber anunciado su retiro de la Liga hace unas semanas por "problemas económicos y falta de apoyo de los diferentes sectores", finalmente y luego de diversas reuniones con las distintas partes e instituciones que brindaron su solidaridad y respaldo al equipo, confirmaron su participación en el torneo. Lo que se esperaba que fuera un buen regreso el pasado sábado, una serie de sucesos llevaron a que se manifestaran hechos antideportivos finalizada la jornada.
Por empezar, el comienzo de los partidos, se vería demorado por una desinformación (hacia o del) club Juniors sobre el lugar donde se jugaba el encuentro, lo que extendió el plazo de llegada al barrio Carlos Paz Sierras. A estas alturas, lo que también llamó la atención era la ausencia del cuerpo arbitral que tampoco se apersonaba al lugar. Aparentemente y según lo que informaban integrantes de los Pitty's que se habrían comunicado con las autoridades correspondientes, también habrían sido desinformados sobre dicho encuentro. A esta situación se sumó la ausencia de adicionales y asistencia médica (que aparentemente se habrían retirado ante las demoras del comienzo de los encuentros)
Ante todo este marco, Juniors llegó al club con intenciones de que se jugara igualmente, argumentando el esfuerzo especialmente económico que significa jugar en la Liga para todos. Luego de idas y vueltas, empezó a jugar en primer turno la reserva, bajo la improvisada dirección arbitral de un dirigente de Sportivo Rivadavia. Las increíbles condiciones en las que se estaba llevando a cabo el cotejo, sólo crearon un clima de tensión e incertidumbre ante el inevitable pensamiento de que pudiera darse cualquier hecho: ya sea de agresión, como así también la posibilidad de que, ante una situación de emergencia, no se contara con un médico o enfermero a disposición. Lo que sucediera sólo dependía de la voluntad de los actores que estaban presentes. Este primer cotejo concluyó en empate 2 a 2, y sin lamentar mayores problemas dentro de la cancha, aunque con algunos entredichos sobre el final.
Llegaba el turno de los planteles superiores, de los cuales se esperaba que se mantuviera un clima "pacífico" aunque las condiciones no lo ameritaran. Sin embargo, no sería así y sobre todo en la segunda etapa, se darían reiterados hechos de agresión entre jugadores que llevarían el partido a momentos de descontrol que sería la postal más negativa de la jornada. Aunque nunca está de más la pregunta, ¿y si hubiese sido peor? Atemoriza pensar la respuesta.
¿El resultado? Ganó Juniors 3 a 2, aunque sin dudas es lo de menos. Pero más bien, perdieron todos. Lamentablemente, el partido no se debió haber jugado y las razones sobran.
Esto hace nada más que repensemos la realidad de nuestros clubes, del accionar de la Liga de Punilla y los organismos involucrados, de nuestro fútbol. Todos asumamos las correspondientes responsabilidades para que este tipo de hechos, que sólo entorpecen al deporte, no se repitan. Tomemos conciencia y accionemos. Cada uno sabrá qué parte le toca...